Entramos en la recta final del verano, queremos apurar al máximo nuestras vacaciones y… ¡Horror! De repente el cielo se cierra sobre nuestras cabezas, el sol desaparece, las nubes se mueven a gran velocidad y adoptan unas formas gruesas y un tono gris marengo, un estruendoso trueno resquebraja y ensordece el sonido electro latino del chiringuito (bueno, esto último se agradece) y todo ello sin que nuestra app de referencia nos hubiese apercibido de este cambio meteorológico.
Y ahora, ante este panorama ¿qué hacemos? Desde luego, si fueras un antiguo poblador de la Galia ya estarías a cubierto, lanzando tus plegarias, desde un rincón de tu cabaña, ante el inusitado enfado de los dioses… Pero, tranqui, es solo una tormenta de verano. Seamos positivos: mola que refresque, flipa ver llover en verano, notar cómo sale humo del asfalto, si te pilla en el pueblo o ciudad; redescubrir el olor a tierra mojada, comprobar cómo todo reverdece, si estás en la montaña; notar en los pies esa sensación de arena mojada en la playa y cómo el mar se rebela por influjo de su otro competidor en azul, el cielo.
Y si el asunto se alarga es ideal quedarte en el porche o la terraza y simplemente disfrutar de ver caer la lluvia y cuando el asunto ya no engancha o divierte a los jóvenes de la casa… Pues, en Falomir Juegos, siempre tenemos una solución: una buena partida en familia con tu juego de mesa preferido
Y desterremos esos calificativos con prejuicios que nos hablan de mal o buen tiempo, el tiempo es el que es en cada momento o tiremos de refranero y en todo caso coincidamos en que ‘al mal tiempo, bueno cara’.