Hay algo que nos gusta mucho y es ver cómo los nietos comparten el tiempo con sus abuelos. Es una suerte poder pasar el rato con estos sabios y experimentados, que tienen mucho que contar y enseñar a sus pequeños descendientes y además lo hacen sin la presión de tener que educarles porque para eso están los papás. Es fantástico ver cómo los abuelos cuentan sus batallitas de cuando eran pequeños a sus nietos, que les escuchan ensimismados y deseosos de oír una historia detrás de otra.
Otras veces vemos cómo juntos comparten un juego de cartas o de dominó o algún juego de mesa que ilusione a ambos. Se nos ocurre un juego que no sólo es apto para compartir entre abuelo y nieto sino que además es recomendable: el memo. Memo Natura, Memo Mascotas o Memo Madera son juegos con los que el pequeño desarrolla su memoria y el adulto la ejercita. Es imprescindible hacer trabajos de memoria para tenerla siempre en marcha y bien entrenada.
Este juego sencillo, en cualquiera de sus versiones, cuenta con numerosas piezas duplicadas, es decir, que cada pieza tiene su pareja. Se colocan todas boca abajo y se mezclan y el juego consiste en ir levantando y memorizando dónde está cada figura para poder ir emparejando piezas. Aunque es más divertido jugar con más personas también está la opción de hacerlo solo. Se puede convertir en un ejercicio muy eficaz para trabajar la memoria de pequeños y mayores a diario pero también ayuda en el desarrollo del lenguaje, el pre-cálculo y la atención.
Teniendo en cuenta que hoy en día los niños pasan mucho tiempo con los abuelos, un regalo ideal que sirva de entretenimiento a ambos es, sin duda, el Memo. Y más aún si además pueden obtener beneficios reales mientras juegan y se divierten ¿quién conseguirá más parejas de fichas?
Foto superior: Todd Baker << technowannabe via photopin con licencia Creative Commons