Desde el sofá se escucha caer el agua y el color del cielo anuncia tormenta. Uff, ¿y qué hacemos?, se nos ocurre el mejor plan después de un masaje a cuatro manos: ¡tarde de juegos en familia! Los niños empiezan a sacar algunos de sus preferidos y la coca de naranja ya está en la mesa:
Sketchy: La diversión empieza cuando os ponéis a intentar dibujar como locos las cosas relacionadas con la categoría que ha salido en el dado, como por ejemplo: cosas que se pueden enchufar. ¿Se parecerán nuestros dibujos a los del compañero de equipo? Mmm, cuando el tiempo se acabe lo comprobaréis. Trabajaréis la psicomotricidad fina, la creatividad y sobre todo, ¡os partiréis de risa!
Un clásico familiar es el Superpoly. En su versión Deluxe podrás adquirir propiedades en todo el país. Ve acostumbrándote, como un auténtico magnate, a gestionar tus finanzas desde ya. Los peques se irán familiarizando con las cuentas y tendrán que usar su cálculo para avanzar en la partida. ¿Compramos?
Como nos encanta innovar, el juego Sillas Colors pone la nota, además del color. ¿Cómo llevas el equilibrio?, tienes 33 sillas para averiguarlo y cualquier dirección vale. El que menos sillas derrumbe, ¡se sienta en la victoria!
Trabajo en equipo, superar la frustración, atender a normas… ¡todo son beneficios!, ¿jugamos? Foto: Pixabay