Vais de camino a la casita del pueblo, donde os esperan los abuelos, amigas y otra pandilla de edades entre los 0 y 12 años, ¿te suena? ¡Venga, Jose!, coge la mochila. ¿Y los juegos? Hala, mete unos cuantos en la maleta de tu padre.
Estos días, que hay tiempo de reunirse y hacer sobremesa, os recomendamos algunas de las joyas de la corona para mantener al personal de medio metro tan entretenido como divertido. Pero, disculpa, es que a los adultos un buen juego también nos deja como nuevos, ¿lo dudabais?
Empezamos:
Si jugáis de uvas a peras en familia, este es precisamente vuestro juego. Enlazar conceptos como el tocino con la velocidad os sacará más de una carcajada, y algo de hambre.
Los más peques pueden hacer Torres de Ratones o de sillas mientras cerráis un ojo a la hora de siesta, para luego engancharos todos de nuevo con un clásico Superpoly o un desternillante Mimikids, en el que peques y grandes podréis escenificar animales o acciones como pisar un chicle. ¡Tenemos la imagen mental de la abuela haciendo el mimo!
Para acabar, una Oca de viaje que igual sirve para el coche, que para el aperitivo que para distraer a la tropa cuando estamos recogiendo los trastos. Y de puente a puente…
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