Verano, época de playa, piscina, tomar helados, pero también de ferias de atracciones. Dar un paseo por el recinto comiendo algodón de azúcar bajo el cielo estrellado, subir en la noria y poder ver tu ciudad desde otra perspectiva, disfrutar en las atracciones con tus amigos, lanzar unos dardos a los globos para conseguir un peluche… pero ¿alguna vez habéis pensado cuál es el origen de las ferias?
La tradición más antigua es la feria periódica de la Edad Media, una de las primeras fue la Feria de San Bartolomé, en Inglaterra, la cual comenzó en 1133. En los siglos XVIII y XIX, evolucionaron en lugares de entretenimiento para las masas, donde el público podía ver demostraciones anormales, acrobáticas, mágicas y de malabarismos, participar en competiciones o caminar por en medio de una colección de animales salvajes.
Más tarde, una ola de innovación en los años 1860 y 1870 generó los juegos mecánicos, tales como el carrusel propulsado a vapor y sus derivados. Esto inauguró la era de los paseos de atracciones de feria modernas que fue evolucionando hasta las conocidas hoy.
En los años 30 del siglo pasado apareció una máquina llamada High Striker, que consistía en un peso que se alzaba por una torre hasta una campana cuando golpeabas con un martillo una palanca que lo elevaba. La picaresca enseguida hizo de las suyas y como reclamo, el feriante de la época animaba a participar en la atracción haciendo que un hombre de pequeña estatura consiguiera golpear la campana. Evidentemente la atracción estaba trucada y los jóvenes que participaban para demostrar su fuerza no llegaban a culminar el hito, salvo en contadas ocasiones que el feriante lo permitía para no desanimar a participar a los que miraban.
Si quieres, puedes practicar sin trucos y a pequeña escala con nuestro juego MAZAZO, del que te explicaremos la mecánica de juego en nuestro próximo post …